23 agosto 2007

De la empanada gallega a la empanada global


Con el simpático título "El verano que desconcierta al hombre del tiempo", se publicaba el martes en el períódico "El País" un reportaje que comienza así: "Calificar el tiempo este verano en la Península es imposible".

Será imposible para usted, señor. Para los que dedicamos tiempo al asunto, sabemos que este verano el anticiclón de Azores ha sido muy tacaño en estirarse hacia el oeste de Europa, desobeciendo así las órdenes del IPCC. Y el frío del norte se ha colado hasta donde ha podido.

Se diría que alguno del Instituto Nacional de Meteorología colabora a la empanada del periodista. En su página web se publica el mapa de la anomalía térmica de julio en España. Se observa que según ellos Vigo ha sufrido un julio muy frío y sin embargo La Coruña ha tenido un julio cálido.

La chapuza consiste en que este mapa de la anomalía térmica no se ha hecho utilizando un mismo período base que sirva de referencia media. Leo en el "El País" que julio en Coruña ha sido en cuanto a la temperatura media el "12º de 77 (muy cálido)" y en Vigo ha sido el "41º de 47 (muy frío)". O sea, deduzco, que probablemente en Coruña la serie se remonta a 1929 (a saber cómo han regulado los cambios térmicos producidos por el entorno y el crecimiento de la ciudad) y en Vigo a 1959.

En las gráficas que pongo abajo, de un organismo de la NOAA que recoge los datos que le envían del mundo, se muestra la evolución de la anomalía térmica en los últimos 365 días (con medias móviles de 30 días). Se observa que A Coruña está este último año 1,37ºC por encima de lo "normal" y Vigo se ha puesto en 0,11ºC por debajo. Se observa también, y esto es importante, que la evolución en las dos gráficas es bastante parecida (las subidas y las bajadas) y que, por lo tanto, las diferencias en los valores se deben sobre todo a los diferentes períodos base utilizados.

Ni en esta dirección norteamericana, ni en la española, se indican los períodos de referencia. Una vez más, ocultan y oscurecen los métodos chapuceros que utilizan para calcular las cifras finales y nos deslumbran con la precisión centesimal del resultado final.

Hace unos días Steve McYntire, el mismo que descalabró estadísticamente la gráfica de Mann que abría el anterior informe del IPCC, hallaba un error de cálculo en los datos norteamericanos debido al efecto informático del Y2K (el del año 2000) y hacía rectificar a la NASA, por lo que 1934 pasaba a ser el año más caluroso en USA, en vez de 1998. Otra chapuza, para mí aún más interesante, es la que en su misma web hacía referencia a cómo se ha determinado la evolución térmica en Brasil desde 1930 hasta la actualidad... En fin.

De chapuza en chapuza hasta la empanada global. Por favor, a mí póngame una de pulpo.


ref Climate Prediction Center (NOAA) http://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/monitoring_and_data/restworld.shtml